lunes, 8 de agosto de 2011

¿SE PRIVATIZA CANAL ONCE?

MÉXICO, D.F. Cambio de nombre, de logotipo, anuncios en pantalla, cargos fuera del organigrama, convenios con el Organismo Promotor de Medios Audiovisuales (OPMA), programación comercial, uso partidista… son todas violaciones al estatuto legal de XEIPN Canal Once, definido de acuerdo con la Ley Orgánica del Instituto Politécnico Nacional, aseguran los representantes del Colegiado de Organizaciones Politécnicas.

“Nos hemos agrupado para defender a XEIPN Canal Once de los intentos de desincorporarlo del IPN, de hacerlo la tercera cadena nacional y convertirlo en una emisora con fines electorales”, dicen en entrevista con Proceso Rolando Menchaca García, miembro de Politécnicos en defensa de XEIPN Canal Once, expresidente de la asociación de exalumnos de la ESIME, fundador de la Agencia Espacial Mexicana; César Enciso, ingeniero en comunicaciones electrónicas; Ramiro Aguirre, presidente de la Organización Nacional Politécnica Cardenista; Primo Alberto Calva Chavarría, miembro del Consejo Nacional de Egresados del IPN, presidente del Consejo de Investigadores Politécnicos y director del Centro Nacional de Cálculo; todos ellos profesores-investigadores del IPN en activo.
Aseveran que pese a las pláticas sostenidas con Yoloxóchitl Bustamante Díez, directora general, con diputados, senadores y con el director del canal; de haber publicado un desplegado de prensa firmado por 15 asociaciones y hecho múltiples declaraciones públicas, sus peticiones han sido desestimadas. Por tanto, el siguiente paso que darán será una demanda legal a quien resulte responsable para que Canal Once sea restituido en su carácter de “apoyo” a la educación, a los resultados de las investigaciones, a la cultura técnica del IPN tal como lo define su Ley Orgánica.
Piden asimismo terminar con el convenio con OPMA que fue firmado el 12 de julio del 2010 y ratificado irregularmente este año. Adjudicar las frecuencias que opera OPMA directamente al Politécnico, ya que este tiene derecho de prelación. Total transparencia en el presupuesto, que éste sea adjudicado y ejercido por el IPN. Respeto irrestricto a los ordenamientos legales: la ley Orgánica establece que Canal Once es un órgano de apoyo al IPN y esto no puede modificarse salvo cambio de la ley. Conformación de un Comité Asesor, pues así lo establecen los ordenamientos; el que se instaló en la época en que Alejandra Lajous era directora, no ha sido cancelado pero tampoco se ha reunido desde el 2000.
La inconformidad con el manejo de Canal Once viene de lejos. No obstante haber sido adscrito al IPN, sucesivos directores han querido modificar su status e incluso desincorporarlo de la institución de enseñanza superior que este año celebra su 75 aniversario.
Canal 11 obtuvo hace 50 años su permiso adscrito al Instituto Politécnico Nacional. Fue la primera emisora pública del país, pionera en el ámbito de la cultura y la educación. Así operó muchos años. En 1983, cuando se funda el Instituto Mexicano de Televisión (Imevisión), el director Pablo Marentes intenta agrupar bajo el mismo a Canal 11. Se genera descontento, lo que imposibilita el tránsito legal, y el 11 permanece independiente del organismo público recién creado y sigue perteneciendo al Politécnico.
El segundo intento se produce en el sexenio de Salinas, cuando Alejandra Lajous era directora. Se originan dos hechos paralelos: por un lado se despide, liquida, reduce al mínimo al personal de base adscrito al IPN que laboraba en Canal 11, y comienzan las contrataciones por honorarios. Por otro, se crea un fideicomiso, que aún opera de manera discrecional, para allegarse más recursos. Inicia así la comercialización de la pantalla en principio a partir de patrocinios, hoy existen anuncios en flagrante violación a la ley. Enseguida elaboraron un convenio mediante el cual el Canal Once sería separado del IPN. El entonces director general del Instituto, Oscar Joffre se negó a firmarlo. Durante la gestión de Ernesto Zedillo hubo un nuevo intento, el entonces director Diódoro Guerra se opuso y Lajous desistió aceptando constituir un Comité Asesor formado por la propia directora, por Efrén Parada Arias, Julio Téllez García y Primo Alberto Calva. Generaron modificaciones en la programación para incluir una barra exclusiva del IPN, se creó la barra infantil Bizbirije, montaron un departamento de arte cuyos diseños obtuvieron premios internacionales, crearon programas y series originales, y una campaña que hablaba del “orgullo de ser politécnico”. El Canal mejoró, aumentó su audiencia y delineó un perfil propio.
El gobierno de Calderón instala al frente de la estación a quien fuera su productor de campaña, Fernando Sariñana. El canal comienza a sufrir modificaciones en sus contenidos, en su imagen, en su orientación política. Le cambian el nombre a Once TV México y le agregan eslogans: “una tele más atrevida, entretenida, divertida, etc.” En 2009 su presupuesto se duplica con el fin de ampliar su cobertura, y en 2010 se crea un organismo descentralizado adscrito a la Secretaría de Gobernación, el denominado OPMA. Éste obtiene ocho frecuencias abiertas, cuatro analógicas y cuatro digitales en las ciudades de Xalapa, Guadalajara, Morelia y Coatzacoalcos. Canal Once firma un convenio mediante el cual se compromete a entregar su programación a OPMA para que la retransmita de manera íntegra y sin interrupciones.
El presupuesto de 2011 es de 586 millones de pesos, este aumento lo autorizó el Congreso, se hace efectivo pero llega al OPMA, no al canal, el IPN no ejerce ni regula la partida presupuestal, queda al margen de las decisiones, el Canal 11 ya no le pertenece más que de nombre. “El IPN no tiene presencia en pantalla”. Todo ello está causando enorme inconformidad en el canal y entre los politécnicos, que defienden su soberanía sobre el Once.


(En los tiempos de Zedillo Ponce de León se habló de la venta del Himno Nacional y la privatización del oxígeno que respiramos; después se creyó que habría una transcición democrática con el payaso Fox Quesada; hoy día dicen los medios informativos que la privatización de grandes extensiones del campo corre por cuenta de las mineras españolas y las canadienses. Entrevista de Florence Toussaint tomada de la version en línea de Proceso.)



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