viernes, 24 de enero de 2014

Charles Simic (1938 )

Congregaciones de nubes



Parecía el tipo de vida que queríamos.
Frutillas silvestres y calma en la mañana.
Sol en todas las piezas.
Y nosotros desnudos en la playa.

Algunas tardes, sin embargo, nos encontrábamos
inseguros de lo que estaba por venir.
Actores trágicos en un teatro en llamas,
con pájaros volando alrededor de nuestras cabezas,
los oscuros pinos extrañamente calmos,
cada roca que pisábamos estaba ensangrentada por el atardecer.

De vuelta en la terraza tomábamos vino.
¿Por qué siempre el indicio de un final infeliz?
Nubes en apariencia casi humana
congregándose en el horizonte, lo demás encantador:
con el aire tan templado y el mar imperturbable.

Y de pronto la noche sobre nosotros, sin estrellas.
Vos prendiendo una vela, llevándola desnuda
a nuestra pieza, soplándola para que se apague rápido.
Los pinos delgados y los pastos en extraña calma.




(texto sustraído del blog "el poeta ocasional", traducción de Fabián Casas y Martín Gambarotta.)
 

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