jueves, 17 de abril de 2014

Malcolm Lowry (1909/ 1957 )

Salida del sol

Sin rastros de ebriedad cabalgué hacia la aurora,
con mano firme empuñé la única rienda,
recién calzado, recién absuelto -pero no recién nacido-
en la grandilocuente, la cordial pradera.
Desatado como el cielo corría mi corcel
y en armonía con el cielo brotaba mi canción.
Ah, los años a mi espalda parecían perdidos, perdida la proeza,
cuando olvidados los estribos yo cabalgaba.
-Pero qué cactus son estos en mis manos,
perros salvajes y espectros, ¿lo envuelven todo?
y regresé a esa tierra crepuscular,

galopando, galopando, galopando

Amarrado a este fatuo, a este inexorable caballo
de ojos sin párpados y de nombre, remordimiento.


(fuente: "el poeta ocasional", versión de Laura Nicastro)

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