lunes, 3 de noviembre de 2014

Anónimo

En tiempos del señor Nezahualcóyotl...


En tiempos del señor Nezahualcóyotl
fueron apresadas dos ancianas
de cabello encanecido
blanco como la nieve,
yerto como la fibra seca del maguey.
Fueron encerradas
porque se las aprendió
cuando iban a cometr adulterio:
ya que sus respectivos maridos
eran también muy viejos
iban ellas a tener trato carnal
con unos estudiantillos, con unos
                                    [jovencillos.
El señor Nezahualcóyotl
les preguntó, les dijo:
"Señoras nuestras,
¿qué es lo que se oye?
¿Qué es lo que me haréis saber?
¿Acaso todavía
deseáis la cosa de la carne?
¿No estáis ya satisfechas,
estando ya como estáis?
¿Cómo vivíais
cuando erais aún jóvenes?
Decídmelo, declarádmelo
que para esto estáis aquí."
Le respondieron:
"Señor, rey, señor nuestro,
recibe, escucha:
Vosotros los hombres ya viejos,
vosotros sentís desgana de la carne,
porque os abandonó ya la potencia,
os gastasteis todo de prisa
y ya no os queda nada.
Pero nosotras las mujeres
no nos cansamos de esto
porque hay en nosotras
como una cueva, un barranco.
Sólo espera
lo que habréis de echarle
porque su oficio es recibir."


(fuente: Salvador Novo, Las locas, el sexo y los burdeles, editorial Diana, México, 1979.) 

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