domingo, 13 de septiembre de 2015

Uriel Martínez (1950 )

Domicilio conocido


en esta calle de muros
tatuados con manchones
ilegibles, vivió Cabiria

y en la planta alta
de ese edificio de ventanas
apedreadas, murió sola

en aquella glorieta donde
da vuelta el eco,
se quitó la vida de nuevo

y aquí enfrente, donde
estuvo la oficina de correos,
rentó un apartado postal

cada mes y durante un año
estuvo esperando noticias
antes del viaje en tren

fue una espera en balde,
canceló la celda de cartas
y tiempo después se registró el fin.

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