domingo, 14 de febrero de 2016

Uriel Martínez (1950 )

Los cristales


la noche anterior presagiaba
tormenta, bajas temperaturas
y pies helados

la madrugada siguiente no
parecía distinta a las otras
ni posteriores a ti

pero llegó la mañana
y alguien comenzó a arrojarnos
granos de elote como escarchas

que callados golpearon cristales
de anteojos, bocas, oídos,
muros y ventanas

con un trapo sucio me di
a la tarea silenciosa de contemplarme
en el paisaje denso de vaho

hasta que en el último
cristal, el que describe
la caída, vi tu nombre
inscrito.

1 comentario:

cartero dijo...

Esa poesía atrapa.