lunes, 14 de agosto de 2017

Lêdo Ivo (1924/2012 )

Escuchar


Que nazca el día y de nuevo venga
a ofrecerme sus migajas:
eso pido a la noche casi extinta
y a la nube enrojecida suspendida del cielo como un globo.
Cuando surge la aurora comienzo a caminar
en dirección a las grandes claridades.
Hasta que anochezca escucharé
el torbellino de las voces que tropiezan en el aire
como crujido de cristales rotos.
¿Soy un mudo entre quienes hablan o quien habla entre los mudos?
Espero a que los hombres callen como calla el mar entre mareas
y se enciendan de nuevo los fuegos terrestres.
¿Soy un extranjero entre la multitud que camina
buscando los autobuses y los trenes jadeantes que avanzan en la niebla
o es esta mi patria, burbujeante e imperfecta?
La noche se abre como cola de pavo real
y yo soy un hijo de la noche y sé escuchar
el silencio que desciende de las estrellas.
El privilegio de estar solo me será devuelto
como única recompensa a mí reservada.
Dormiré, soñaré y aguardaré la aurora
para ir junto a ella al encuentro de los hombres
y escuchar de nuevo el lenguaje del día.


("life vest under your seat", s/c al traductor)

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